jueves, 3 de enero de 2008

EN EL GIMNASIO

La semana pasada, anticipándome a lo que sería uno de los proyectos de año nuevo, fui al gimnasio. El nombre del gimnasio, para no hacer publicidad, no lo DIRé.
En esta cadena, uno de los servicios extra que tienen, es el gel. Además, del bueno. Supongo que por la publicidad que hacen, tampoco les supondrá mucho gasto.
La cuestión es que en la ducha en la que estuve no había gel. Ni en la de al lado. Ni en la de delante. Ni en la de al lado de la de delante, ni en la de delante de la de al lado de la de delante (que si lo has podido seguir, es la que está al lado de la inicial).
Así, me tuve que lavar con champú.
Cuando salí (un tanto indignado) se lo comenté al que estaba en recepción, el cual poniendo cara de sorprendido me agradeció que se lo dijera, y después de asegurarse que había entendido la ubicación de las duchas a las que hacía referencia tomó nota para que lo recargaran.
Realmente, a parte de la satisfacción personal, no me ha causado un beneficio directo. Pero:
1.- Mi queja hizo que el próximo no se encuentre con mi problema
2.- Si el que se encontró antes con eso (porque no creo que fuera casualidad), se hubiera quejado, yo no habría tenido ese problema.
A ver si entre todos, podemos hacer un mundo mejor. Que no cuesta tanto preocuparse un poquito por los demás...

viernes, 28 de diciembre de 2007

Inauguración

Tal vez este sea un buen día para inaugurar el blog: el día de los inocentes. Y es que así es como nos sentimos cuando vamos a comprar algo, y lo que obtenemos no se corresponde, no con lo deseado por nosotros, sino por lo ofrecido por ellos.
Por desgracia los que nos quejamos, o mejor dicho los que se quejan, ya que soy el primero en reconocer que no siempre llevo a cabo es reclamación una vez pasado el calentón inicial, son cada vez menos.
Nos exigimos más a nosotros en todo. Los demás nos exigen más. E incluso exigimos el máximo de los que nos rodean. Y en muchas ocasiones hay que reconocer que esas exigencias son excesivas.
Sin embargo, cuando compramos algo, cuando somos consumidores, son demasiadas las veces que se aprovechan de nosotros.
Nuestra primera reacción es "voy a...", pero en muchas ocasiones eso queda en agua de borrajas. Unas veces porque no tenemos tiempo (o creemos no tenerlo), otras porque pensamos que no vamos a obtener nada, otras pensando que suficiente castigo es no volver a ese establecimiento... Pero la cuestión es que a ti te hacen pasar un mal rato, y ellos se quedan tan anchos.
De este modo, el blog en el que te encuentras no sólo tiene una vertiente negativa destinada a sólo poner de manifiesto todas esas estafillas a las que cada día nos tenemos que enfrentar, que también.
El objetivo primordial es positivo: que esas quejas no se queden en el aire. Y para ello, además de dar carta abierta a todas esas quejas, me gustaría que esas quejas llegaran a su destinatario, y que los que participáis, nos digáis qué habéis conseguido gracias a vuestra queja, y cuáles han sido los mecanismos para ello.
Un restaurante que el servicio no fue el correcto, te quejaste y te invitaron a comer. Una peluquería en la que llegada y sobrepasada la hora que te dieron, lo compensaron atendiéndote otro día gratis. Un hotel en que hubo ruido por la noche por alojar a adolescentes y te invitaron un fin de semana a cualquiera de sus hoteles. Unos grandes almacenes que por un error del personal, te compensaron aplicándote descuentos...
Todo lo anterior son casos reales, algunos propios y otros de conocidos directos.
Y mi intención es que el que comete un error, lo subsane.
No se trata tanto de "el que no llora no mama" sino de "el que no habla, no se le escucha".
En fin, a ver si entre todos podemos hacer algo de beneficio.
Bienvenido, y felices fiestas...